El Fabricante de Helados
Este libro nos lleva a
través de la historia de un empresario que se ve en la necesidad de implantar
la calidad en su empresa y en su vida. A lo largo del libro el
autor nos describe algunos términos de una manera muy sencilla sobre lo que es
la calidad y nos da una guía con los pasos a seguir para poder aplicarla en las
empresas y los problemas que significa no tenerla. El
fabricante de helados es una manera muy sencilla de mostrar a nosotros como
estudiantes, cómo es que la calidad se aplica en las empresas y cómo es que su
existencia determina el rumbo de éstas.
Hay
varios consejos más muy interesantes, pero podríamos resumirlo en el método
LEO: Listen (escuchar), Enrich (enriquecer), Optimize(optimizar).
El primer consejo es Escuchar a tus clientes.
Si vendes algo, tienes clientes. Pues a través de la opinión de todos los que
intervienen en una empresa se puede mejorar, asegurar y hacer constante la
calidad. En otra palabras se ve, se siente y se define por los clientes, ya
sean internos o externos; por lo tanto hay que saber qué quieren, qué esperan y
qué opinan los consumidores, los trabajadores, los proveedores, la competencia,
para poder cumplir con sus expectativas.
Enriquecer: habla de no contentarse con
satisfacer las necesidades del cliente: hay que ir más allá y ofrecerle lo
mejor, optimizar trata de mejorar tus procesos, porque siempre sale más barato
prevenir fallos que corregirlos. Es
importante mencionar que la calidad debe estar integrada en todos y toda la
organización, por lo que el conocimiento de los procesos, la opinión y puntos
de vista de quienes la conforman son el punto de partida para un avance seguro
hacia la calidad. El fin de contar con ideas para el mejoramiento de procesos,
servicios que provengan de todos lados, es que el progreso y la prosperidad
formen parte de la organización y que los trabajadores se sientan comprometidos
con ésta.
Optimizar: En la calidad, no es suficiente “el
intentar hacerlas cosas bien”, sino debe buscarse la perfección de todo lo que
se haga. Para llegar a la perfección se pueden seguir una serie de pasos, como
son: el hacer las cosas bien y a la primera, admitir que el fracaso tiene un
costo alto, fijarse en los detalles, que la perfección este en la mente de
todos los que forman a la organización y siempre estar al pendiente de todo.
Hacer las cosas bien y a la primera, también reduce muchos costos, tiempo,
pérdidas y un montón de obstáculos para la calidad.
Dentro de los aspectos
más relevantes que detalla el autor en el libro, encontramos los beneficios que
se logran con la prestación de un excelente servicio, y lograr la satisfacción
del cliente; este aspecto, señala como los empleados al hacer las tareas y
funciones con gran pasión, pueden llegar a trabajar con diversión sin sentirse
presionados a laborar, hasta sentir satisfacción con las labores diarias, esto
se logra motivando día a día toda la fuerza laboral de la organización. Al
proporcionar al personal todas las herramientas necesarias para realizar sus
tareas, capacitación permanente y complementar con un ambiente y un sitio de
trabajo agradable, que permita unificar sentimientos y experiencias de manera
que se sienta que trabajan en equipo de forma armónica y se vean retribuidos
sus esfuerzos con gratitud y reconocimiento público, hará que se involucren
tanto cada uno de ellos que se exijan voluntaria y mutuamente mucho más de lo
que un superior pueda llegar a exigirles; pues sentirán apego a la institución
y a su labor en sí. Todos estos aspectos positivos individuales y colectivos
que surgen del interior de la organización, aportan en gran parte al logro de
los objetivos propuestos y al cumplimiento de las metas, hasta llegar a la
calidad total de la empresa. Es efectivamente comprobado que cuando mejor se
tratan los empleados, mejor ellos tratan a los clientes y recordemos que el cliente
en últimas es quien califica la calidad total de nuestros productos y
servicios.
Por: Brayan Michel Balbas Martinez
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